Todo lo que hacemos tiene un impacto en nuestras vidas. Si tengo buenos amigos, tendré sólidas y buenas influencias en mis experiencias sociales. Si me aficiono al deporte, tendré una visión bastante optimista de actitudes del carácter como el esfuerzo, la constancia y el compañerismo. Los niños y adolescentes viven en el mundo de la tecnología, tienen gran dominio de las herramientas digitales y acceden todos los días a las redes sociales. El entorno digital tiene un impacto directo en sus vidas, en su salud mental y física. Las redes sociales y los videojuegos ocupan cada vez más tiempo sus vidas. Es cierto que les abre muchísimas oportunidades pero también están más expuestos a riesgos y experiencias desfavorables que pueden ocasionar serios problemas en su desarrollo.
Algunos datos nos pueden ayudar a acércanos a la realidad de las redes sociales.


Las redes sociales – WhatsApp, YouTube, Instagram, TikTok y otras - constituyen un ecosistema de interacción y experiencias emocionales diarias para sus hijos. Ellos se conectan por diversos motivos: buscan amigos, diversión, compañía cuando se sienten solos o sencillamente quieren estar presentes donde están sus amigos.
Resulta muy importante poner a los padres en estado de alerta y cuidado.
Los estudios acerca de la presencia de los niños y adolescentes en las redes sociales, destacan como los riesgos más frecuentes para ellos, el contacto con extraños, el ciberacoso, chantaje, discriminación y acceso a contenidos inadecuados. En las redes sociales, los niños y adolescentes reciben mensajes o videos con contenido erótico y presión para que envíen fotos de contenido sexual, son contactados por desconocidos para iniciar amistades. Aunque generalmente no son conscientes, en Internet muchos niños y adolescentes sufren acoso, por su aspecto físico, por ser distintos a los demás o por comportarse de acuerdo a sus valores familiares.
¿Qué principales consejos podríamos dar a los padres de familia?
Es necesario acompañar y estar cerca a los hijos en el uso de las redes sociales. ¿Cuáles utilizan? ¿Qué amigos tienen? ¿A qué hora se conectan?
Las familias deben adoptar un rol activo que cuide el uso seguro y responsable de las pantallas en los hogares. ¿Qué videos ven nuestros hijos? ¿en qué lugares de la casa se encuentran las pantallas: TV, iPad, Laptop? ¿desde qué edad dejamos a nuestros hijos solos con las pantallas?
Los padres deben poner límites en los horarios para evitar una posible adicción al uso de la tecnología. Es decir, que hay momentos para estar conectados y momentos para desconectar. Por ejemplo, no usar el celular a partir de las 8:00 p.m.
Mantener las comidas o momentos de esparcimiento familiar con los hijos sin pantallas: celulares, tablets, iPad, entre otros.
Rocío Chirinos
Máster en Asesoramiento Educativo Familiar
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